El altar presenta la histórica cruz, de 3,75 metros de alto, construida con madera de urunday, árbol nativo de Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay, según datos del Jardín Botánico de Missouri.
Esta madera dura y es pesada. Además, es resistente a la humedad, insectos y hongos. También era empleada para construir pisos, herramientas y muebles colocados a la intemperie.
A los costados de la cruz, ubicadas sobre pedestales, existen imágenes de la Virgen María y San Juan Evangelista, oriundo de Betsaida, Galilea.
El mural de fondo representa el instante en que un rayo impactó a un nativo tras su intento fallido de prender fuego a la reliquia.
Arriba de esta escena, exhibe un grupo de ángeles, con relieve, y una nube de tormenta. En lo más alto, fue representado el Espíritu Santo en forma de paloma que irradia luz.