Paulita trabajaba como enfermera en la sala 31 del Hospital Doctor José Ramón Vidal cuando vio a un médico vestido de blanco. Este jamás hablaba con nadie.
Una tarde, según relató, el hombre se acercó y dijo: "Estoy cansado de cuidar esto. Lo que encuentres es tuyo". Luego le señaló una piedra rojiza en el patio lateral del Vidal.
Tras esa experiencia, la mujer empezó a frecuentar el lugar con la excusa de plantar flores. Tiempo después, levantó la piedra, encontró una caja quirúrgica antigua y la llevó a su casa.
En el interior había joyas y monedas de oro, según cuenta "Aparecidos, tesoros y leyendas", de Enrique Eduardo Galiana.