Durante los tres meses que funcionó, el Hotel Continental de Empedrado ofrecía una cena de gala en el corazón de la Ciudad de Invierno. El menú, impreso en tinta azul/morada sobre una hoja de tono marfil, estaba redactado en francés, español e inglés.
La propuesta comenzaba con canapés surtidos, consomé doble en taza y crema de ave bávara. Le seguía un filet de pescado Montevideo con papas noisette.
Como plato principal, el comensal podía elegir entre volován Toulouse, silla de cordero Richelieu o Antonnat a la broche, acompañados por espárragos con salsa holandesa.
Antes del postre, se servía corazón de lechuga. El cierre incluía copa tutti-frutti, crema moscovita, un postre adicional y café.
El menú, sin dudas, presentaba las principales delicias ofrecidas en Europa, pero a orillas de nuestro río Paraná.