Hace cortes clásicos, degradé e incluso los que están en tendencia. "Me dedico a esto porque es un arte", resaltó.
Se llama Darío, estudió barbería en Chaco, brindaba sus servicios en comedores y hace dos meses corta cabello en la plaza Cabral de Corrientes. Lo hace los jueves, viernes y sábados.
"Decidí salir a buscar a quien cortar. Brindo el servicio no solo a personas comunes, sino también a aquellas que están en situación de calle", detalló a Intermirarte. Añadió que es satisfactorio ver la sonrisa de estos últimos.
Sobre sus motivos dijo: "A mí me trajo Dios. En donde vivo no tengo la posibilidad de abrir una barbería ni tampoco cuento con los clientes suficientes para pagar un alquiler. Empecé a cortar a domicilio y luego en la Cabral".
Afirmó que su sueño es tener una barbería propia y brindar un mejor servicio. Pretende "avanzar y tener casa".
Remarcó que su actividad está respaldada por papeles y que ahora es uno de los emprendedores oficiales de la ciudad capitalina. "Busco que el cliente siempre se vaya satisfecho", agregó.
Sobre él
Darío tiene 36 años. Durante un tiempo, estudió mecánica de motos, además de masoterapia (masajista) y docencia de artes combinadas en el Instituto Josefina Contte de Corrientes. Esto último fue en 2011, pero tras los cambios en el plan de estudios en 2015, solo le reconocieron el primer año. Se dedicó también a la gastronomía.
Con respecto a la barbería, sostuvo que inició como ayudante. Hacía brushing, alisados y planchita. Luego de esto, "ya tenía una noción básica sobre la cabeza, secar el cabello y manejar las tijeras y la máquina con confianza".
"Nosotros realizamos una obra de arte en el cabello de las personas. Lo entendemos, le damos forma y resaltamos la belleza que tiene la persona", subrayó.
